A menos de dos semanas de que el gobierno de Estados Unidos imponga potencialmente aranceles del 25% a los bienes y servicios importados de Canadá y México, la embajadora de Canadá en Estados Unidos, Kirsten Hillman, ha estado en contacto regular con funcionarios de la administración Trump para presionar a Estados Unidos para que no imponga aranceles a Canadá.
Donald Trump dio a Canadá un indulto hasta el 4 de marzo después de firmar una orden ejecutiva que establece los aranceles el 1 de febrero . Se impondrán aranceles adicionales al acero y al aluminio el 12 de marzo .
Washington también podría imponer otras medidas como aranceles recíprocos, a partir del 2 de abril .
La pregunta que está en boca de todos en Canadá: ¿es posible obligar al presidente estadounidense a dar marcha atrás?
«La única persona que sabe lo que sucederá el 4 de marzo es el presidente Trump»
, dijo Hillman en una entrevista en el programa Tout un matin de ICI Première el jueves.
En los últimos meses, Donald Trump ha planteado varios temas irritantes con respecto a Canadá: el tráfico de fentanilo, la inmigración ilegal, la gestión del suministro y el gasto militar, por nombrar solo algunos.
En una entrevista con Gérald Fillion en el programa Zone économie el miércoles, Kirsten Hillman explicó que los aranceles que la administración estadounidense amenaza con imponer a Canadá son aranceles que están estrechamente vinculados a la gestión de las fronteras y [a la gestión de la crisis del fentanilo]
.
Creemos que hemos hecho todo lo que se nos ha pedido en estos temas
, aseguró.
Para tranquilizar al presidente, el equipo de Kirsten Hillman presenta varias veces por semana datos sobre el fuerte descenso de las entradas ilegales a Estados Unidos vinculadas al fentanilo.
Estamos en contacto con la Casa Blanca y estamos describiendo nuestros éxitos. Por ejemplo, en los últimos meses hemos visto una caída del 90% en los cruces ilegales de Canadá a Estados Unidos
, dijo.
La administración Trump considera que las medidas que hemos tomado son muy buenas y reconoce los resultados que se han logrado a través de ellas.
Algunos de sus homólogos estadounidenses también le han indicado, en privado, que estas sanciones económicas no son buenas para ambos países.
