Desde el mes pasado la navegación por internet es 40% más lenta de lo normal, según una asociación de tecnología de la información (TI). El envío de documentos, imágenes y mensajes de voz está interrumpido para decenas de millones de usuarios de la aplicación de mensajería WhatsApp.
Expertos estiman que Pakistán está probando un sistema de seguridad informática (firewall) que permite regular el tráfico en internet, pero que también puede ser utilizado para controlar la actividad en línea.
«El ralentizamiento de internet se debe a la instalación de un firewall nacional para permitir que el Estado filtre los contenidos, reforzando la vigilancia y censurando la disidencia política», detalla a la AFP Usama Khilji, experto en tecnología y activista de derechos en este sector.
WhatsApp estaría en la mira debido al cifrado de sus mensajes, que garantiza su total confidencialidad.
El gobierno pakistaní y las autoridades de telecomunicaciones, encabezadas por un general retirado, no quisieron hacer declaraciones sobre el tema durante semanas.
Finalmente fue el ministro de Defensa quien reconoció lo que millones de pakistaníes ya sabían. «Es un período de transición después del cual todos estos servicios estarán disponibles», dijo a la prensa esta semana Khawaja Muhamad Asif.
«Pero habrá ciertos controles para evitar la difusión de contenidos amenazantes y difamatorios contra el Estado y contra individuos», agregó, sin especificar si esto implicaba el uso de un firewall.
La ministra de IT, Shaza Fatima Khawaja, negó el domingo que el gobierno estuviera detrás de la ralentización de internet, afirmando que solo había durado «uno o dos días».
«Una gran parte de la población comenzó a usar VPN. Cuando se utiliza un VPN se genera presión sobre la conexión en vivo de internet, lo que provoca una ralentización», explicó en una conferencia de prensa.
La autoridad de telecomunicaciones de Pakistán se negó a hacer comentarios cuando fue contactada por la AFP.
La controversia surge en un momento en que el ejército, la institución más poderosa del país, afirma lidiar con «un terrorismo digital».
Para los analistas el objetivo principal es el exprimer ministro encarcelado Imran Khan, que sigue siendo muy popular y cuenta con el apoyo de jóvenes familiarizados con la tecnología.
Los expertos están preocupados por el impacto que la ralentización de internet tendrá en la economía pakistaní.
«Si continúa las empresas abandonarán Pakistán», destaca Shahzad Arshad, jefe de la asociación de proveedores de internet, añadiendo que las conexiones se ralentizaron 40% en agosto en comparación con el mes anterior.
Después de años de inestabilidad política la economía de Pakistán se encuentra atrapada en ciclos de programas de ayuda del Fondo Monetario Internacional. El último, en julio, fue el vigésimo cuarto desde 1958, con un valor de 7.000 millones de dólares, además de préstamos de países vecinos.
El país también depende de la inversión extranjera para salir de la crisis económica.
La «ambigüedad y opacidad incomprensible sobre el firewall» socavan el potencial económico del país y podrían costarle a la industria de tecnología de la información hasta 300 millones de dólares, según la asociación pakistaní de empresas de software, que representa a las compañías de IT.
No obstante, la provincia pakistaní de Punyab no dudó en promocionarse como «ciudad IT» a principios de agosto con un anuncio en pleno Times Square, en Nueva York.
Los activistas políticos critican las intervenciones del gobierno, que tienden a censurar internet y los medios de comunicación en un país conservador donde la libertad de expresión ya está limitada.
La plataforma X (anteriormente Twitter) está prohibida en Pakistán desde las elecciones de febrero, cuando se difundieron acusaciones de fraude en detrimento del partido de Imran Khan, finalmente derrocado por una coalición respaldada por el ejército.
De hecho, el equipo digital de su partido, el Pakistan Tehreek-e-Insaf, también fue objeto de arrestos y detenciones.
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